José María, Doctor en Bellas Artes, por la Universidad Complutense de Madrid, y Jefe del Departamento de Dibujo del IES JRJ, se ha jubilado. El aula de dibujo llevará su nombre.
Así le han definido en su despedida sus compañeros en el IES, un maestro de taller, con elegancia, teniendo el arte de equilibrio. Su pasión y compromiso la supo mantener todos los días de su trabajo en aula. Supo transmitir su conocimiento y amor por el arte de forma inspiradora, teniendo en el día de su jubilación a su alumnado muy cerca, así como al resto de compañeros, lo que da valor a su buena labor docente. Por ello, el centro ha querido homenajear con la denominación al Aula de Dibujo como Aula de José María MARTÍNEZ MURILLO.
En sus palabras, para despedirse de sus compañeros y alumnos destacaba como lema : «ser buena persona y así lo he defendido en el día a día«.
Por ser un profesor, entregado a nuestros/as alumnado, hemos querido conocerle un poco más, con esta entrevista:
Pregunta: Ya que impulsaste el proyecto, de forma perseverante, junto al equipo directivo, hasta que se consiguió el Bachillerato de Artes en el IES JRJ. ¿Cómo está funcionando y qué ha significado para el IES Juan Ramón Jiménez, para el barrio y para el distrito de Villaverde?
Respuesta: Para el instituto ha supuesto un cambio muy importante. Los alumnos y alumnas ahora disfrutan de la posibilidad de elegir otra modalidad de bachillerato sin necesidad de desplazarse fuera de su barrio o del distrito. Además, estudiantes de otros centros cercanos pueden cursar el Bachillerato de Artes cerca de sus casas. Mientras que otros distritos de Madrid contaban con varios centros donde se impartía esta modalidad, en Villaverde nuestros alumnos se encontraban en clara desventaja respecto al resto de la Comunidad. De los cinco institutos existentes en el distrito, ninguno tenía autorizado el Bachillerato de Artes. El problema surgía cuando los jóvenes que deseaban continuar sus estudios en este itinerario se veían obligados a desplazarse hasta el centro de Madrid o a municipios de la zona sur, como Leganés o Getafe. Esta situación generaba una evidente desigualdad frente a otros estudiantes que sí podían acceder a esta formación en su propio distrito. Nuestro objetivo fue revertir esa carencia histórica y lograr que Villaverde contara con las mismas oportunidades educativas, ofreciendo a sus jóvenes un espacio donde desarrollar su talento artístico sin tener que abandonar su barrio
A nivel interno, el centro se ha revitalizado. Antes, muchos jóvenes se sentían desmotivados con los itinerarios existentes y algunos incluso abandonaban sus estudios al cumplir los 16 años. Con esta nueva modalidad en el itinerario de bachillerato han encontrado un espacio donde desarrollar su creatividad, mostrar su talento y continuar aprendiendo. Los resultados académicos han sido excelentes y el fracaso escolar se ha reducido de manera notable.
El Bachillerato de Artes también ha dinamizado la vida del instituto: se organizan exposiciones durante el curso en el Día del Libro y participa en proyectos como Biomorfismos, coordinado por la profesora Carmen Cañibano Palmero, que explora las características de la zona generando propuestas artísticas con los alumnos para la mejora del barrio. Además, los alumnos han diseñado el logotipo para el programa Erasmus +, que este año se inaugura el programa con la visita del instituto italiano Scaruffi Levi Tricolore.
Pregunta: ¿Qué ha significado la exposición “Cartografía de la Memoria Obrera en Villaverde Este” y cómo la estas viviendo?
Respuesta: La Asociación Vecinal de Villaverde Este me propuso participar en la creación de una cartografía sobre el tejido industrial del distrito, especialmente en la zona Este. Mi aportación fue la realización gráfica de las fábricas, cuyos dibujos aparecen en el catálogo y en el plano de localización en las diferentes zonas del barrio. Se trata de un mapa de mano que recorre algunos de los hitos más destacados de la zona, acompañado de una exposición con 17 ilustraciones.
El objetivo de este proyecto es poner en valor la historia de miles de migrantes manchegos, extremeños y andaluces que llegaron a Villaverde a mediados del siglo XX en busca de un futuro mejor y poner en valor la importancia que tuvo la industria que se generó en Villaverde.
Mi interés por la arquitectura industrial forma parte de mi obra artística. De hecho, recientemente presenté en el Museo del Dibujo Julio Gavín, Castillo de Larrés, la muestra Arquitecturas posibles e imposibles cuyas obras muestran, no solo un vestigio del pasado industrial, sino un hito plástico que habla de la memoria colectiva.
La acogida de la exposición en el Centro Sociocultural Marta Escudero Díaz-Tejeiro ha sido muy positiva. El vínculo entre los vecinos y la industria del barrio es profundo, y eso se reflejó en la gran asistencia tanto en la inauguración como en las visitas posteriores.
Pregunta: ¿Cuándo fuiste presidente de la Asociación de Profesores de Dibujo de Madrid (APD)?
Respuesta. Entre 2019 y 2022 tuve el honor de ocupar ese cargo. Una de mis principales aportaciones fue impulsar la creación de la I Olimpiada de Dibujo Artístico, celebrada en el Museo del Prado. Participaron alumnos de bachillerato de toda la Comunidad de Madrid, en un evento organizado conjuntamente por el Museo del Prado, la APD y la Consejería de Educación.
Pregunta: ¿Qué ha significado trabajar como profesor en el IES Juan Ramón Jiménez y que el aula de dibujo lleve tu nombre?
Respuesta: Inicié mi trayectoria docente en Villaverde hace 34 años y, tras haber recorrido distintos centros de la Comunidad de Madrid, ha sido un verdadero orgullo culminar mi carrera profesional en este instituto, precisamente en el mismo distrito donde comencé a ejercer como profesor. Los comienzos no fueron fáciles ya que el edificio aún estaba en obras y faltaban varias fases para la finalización completa del proyecto, lo que supuso todo un reto tanto para las directivas como para el claustro. Desde mi cargo de Jefe de Departamento propuse la creación de un aula de Dibujo con dos espacios diferenciados: uno para dibujo técnico y otro para artístico, con caballetes. Así conseguimos que los alumnos tuvieran un lugar digno para desarrollar su creatividad.
También impulsé el concurso de portada de la Agenda Escolar, una iniciativa que buscaba que los estudiantes sintieran la agenda como algo propio. Gracias al apoyo de la AMPA, se otorgaron premios en material escolar y el concurso se ha institucionalizado en el centro.
Además, promoví proyectos conjuntos con otros departamentos. En el Día del Libro, por ejemplo, el área de Dibujo se encargó y se encarga de una exposición con ilustraciones basadas en los relatos de los autores homenajeados, así como de crear la escenografía del espacio acorde con la temática propuesta para cada ocasión.
Que el aula de Dibujo lleve mi nombre es un reconocimiento que me conmueve, porque detrás de él está el respaldo del Servicio de Inspección, el apoyo del claustro, la implicación de la comunidad escolar a través de la AMPA y, finalmente, el afecto de mis alumnos/as. Para mí simboliza la confianza y el aprecio recibidos a lo largo de estos años, y convierte mi trayectoria en una experiencia profundamente gratificante.
Desde La AMPA te deseamos una feliz jubilación.


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